lunes, 20 de marzo de 2017

SOMOS PARTE DE LA NATURALEZ Y NO SUS AMOS

"Los calendarios indican que el comienzo del otoño es el 21 de marzo, pero el movimiento de los cuerpos celestes a veces no se ajusta con total exactitud a las convenciones establecidas por los seres humanos.” (http://www.clarin.com/sociedad/ano-otono-comienza-20-marzo-bien-temprano-manana_0_SJtw646se.html)

Esta cita me sirve para reflexionar sobre conceptos que he ido enseñando en mis clases de Geografía  y la terminología que se emplea para tratar de entender lo que sucede en la tierra. Hemos aprendido, muchas veces sin cuestionamiento que somos los amos del planeta, esto desde todo punto de vista no es verdad. Sea que nos parezca bien o no el universo marcha como debiera y nosotros solo somos otras criaturas que lo poblamos. (Ehrmann,  Max: 1927). Aunque nos esforzamos por establecer parámetro, fechas y datos exactos, solo podemos llegar a aproximaciones.

Lo que nos ha pasado en este verano solo prueba que debemos entender que a menos que estemos prevenidos permanentemente, estamos condenados a perecer o al menos a ser afectados por una naturaleza, que no está a nuestro servicio y que no repara en nuestras necesidades, ni personales, ni sociales,  ni culturales, ni políticas. El clima, como cualquier otro fenómeno meteorológico es solo una ocurrencia en el continuo espacio-tiempo y no lo podemos controlar. En muchas ocasiones ni siquiera medir la magnitud del evento hasta que ya pasó.

El único recurso que nos queda, si queremos considerarnos seres pensantes, es la prevención. Necesitamos estar atentos y vigilantes y aun así “…el día vendrá como el ladrón en la noche.” Tesalonicenses 5:2. 
Debemos prepararnos, pensar a futuro, organizarnos para lo inesperado; que de seguro llegará. No es mi intención ser fatalista, ni arruinarles el día a los optimistas, lo único que deseo es que algunos de ustedes reflexionen sobre que la prevención es tarea de todos, como lo indica un mensaje del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD).

El año pasado, en una de las incontables oportunidades que he enseñado “Ríos” mencioné al rio Huaycoloro y su alta peligrosidad, sobre todo porque por muchos años no parece que exista. Ya ven en lo que se convirtió y las casas asentadas en sus bancos, como esperando la tragedia, para luego reclamar atención inmediata y ayuda personalizada. También mencioné el Huaico de Punta Hermosa, que por algo lleva ese nombre. La activación de una correntera es un hecho ineludible y sin embargo de verdad, se los llevo el río a toda una comunidad que vivía en el cauce de una quebrada, con animales y todo.


Me solidarizo con el dolor de la perdida y la necesidad de los seres vivientes, humanos y animales, pero me enfurece saber que todo estaba cantado y solo era cuestión de esperar. Los ríos, tienen partes muy bien delimitadas, está el cauce primario, el centro del río, los cauces laterales que terminan en bancos y las llanuras inundables; todo esto ocupa una extensión de por lo menos 200 metros de ancho, sin contar con todos los afluentes que bajan de las laderas, tales como el Huaycoloro hacia el Rímac o el Barba Blanca hacia el Santa Eulalia y luego hacia el Rímac; como las venas en el cuerpo. Si se cargan van a bajar y se van a llevar todo lo que encuentren a su paso.

Por favor, pensemos todos, autoridades, sociedad civil, pobres, ricos, creyentes, agnósticos; esta no será la última vez que suframos de algún grado de conmoción en medio de la tragedia. Pero si no dejamos de obstruir los cauces, con basura, construcciones o cualquier actividad humana, el agua vendrá eventualmente y se lo llevará todo cuesta abajo, hasta llegar al mar. Y luego ni todos nuestros clamores, ruegos, acusaciones y lamentaciones amenguarán lo que nos toque sufrir en medio de la crisis.


Violeta Fonseca

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martes, 7 de marzo de 2017

Listos para el último año del Bachillerato Internacional

Asesoría Educativa - Especialistas de la Educación, como institución responsable, toma muy en serio el correcto manejo del tiempo y de los plazos y procuramos cultivar en nuestros profesores y alumnos la cultura de la puntualidad, como parte de la eficiencia que nos debe permitir un desarrollo efectivo como personas y como país.

Nunca es tarde para empezar a cambiar el hábito pernicioso de dejar todo para el último momento. Llegó el comienzo del año escolar y para los alumnos del último año del Diploma del Bachillerato Internacional será su último empezar un nuevo año escolar.

Espero que entreguen los avances que debieron haber terminado en vacaciones y si no es así, será mejor que empiecen a preocuparse porque está llegando el momento en que los plazos deben cumplirse y terminar los trabajos. 

Además de re-formularse el concepto de cumplimiento oportuno es decir que después de esa fecha no debe haber ninguna prórroga, por lo que prepárense para cumplir con sus plazos.

El aprender a respetar los tiempos es uno de los principales problemas de nuestra educación porque dejamos todo para mañana, ese no es ningún honor y no nos debe definir como nación.



Los peruanos tenemos muchas otras peculiaridades de nuestro carácter y de ninguna manera deberíamos ser reconocidos por tardones y desobligados.
 
En Asesoría Educativa, uno de los principales objetivos es enseñarles a nuestros alumnos el manejo correcto del tiempo. Y nuestros asesores educativos conocen de técnicas apropiadas para revertir la tendencia de dejar las tareas para mañana.


Así que sean ustedes bienvenidos a nuestros programas de manejo efectivo del tiempo, que a la vez les permitirán utilizar los recursos más eficientemente.


Sintámonos orgullosos de ser los primeros en llegar, los primeros en entregar nuestros trabajos, los puntuales en todo.

Asesoría Educativa -  Especialistas de la Educación

jueves, 2 de marzo de 2017

Inicio del Año Escolar 2017

Asesoría Educativa - Especialistas de la Educación
Violeta Fonseca
Hoy empieza el año escolar 2017, a mis colegas les deseo un muy buen año, que puedan dejar una huella positiva en sus alumnos no solo por sus enseñanzas sino por su calidad humana. 

Recuerden que los padres nos confían a sus hijos y esperan de nosotros profesionalismo, seriedad y entrega a nuestros ideales y valores. Uno de mis maestros mas queridos me dejo esta enseñanza: "Cultura es todo lo que queda cuando todo lo demás se ha olvidado'". 

A nosotros maestros nos corresponde asegurar que les quede muchas enseñanzas y sobre todo la confianza de que nos importaron y los cuidamos como correspondía. 

Ante los tiempos que corren, los educadores debemos estar especialmente atentos a cumplir con nuestro deber con dignidad y orgullo por la función que tenemos. 

 Que Tengan un Feliz Año Escolar! 

Violeta Fonseca
Asesoría Educativa - Especialistas de la Educación