sábado, 3 de enero de 2015

Liderazgo o Caudillismo en Educación

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española registra ambos conceptos. En el contexto de América Latina están íntimamente relacionados con la política y se comprenden como totalmente opuestos.  Si nos remontamos a nuestra historia, El Caudillismo, le ha dado nombre   a más de una etapa de nuestra vida republicana. Por otro lado El Liderazgo parece ser un concepto relativamente en boga. Ninguno de los dos han sido inventados en este siglo o en el pasado, en realidad desde que el hombre empezó a vivir en sociedad la figura del más fuerte, más astuto o más capaz de sobrevivir imperó por sobre los demás y le dio la categoría del más apto. Lo cual, siguiendo la teoría darwiniana era el que prevalecería, así que aliarse con esa persona resultaba la mejor garantía de protección.

En el presente se entiende que el caudillo es un dictador al que solo siguen los fanáticos o los temerosos. Creo que también es seguido por los cómodos, que se adaptan a las circunstancias con tal de vivir mejor. Otra vez, nada nuevo, ya lo decía Góngora en el siglo XVII, “Ande yo caliente y ríase la gente.” Yo entiendo este verso  como que el caudillo dicte mi bienestar y yo lo seguiré. Por otro lado hasta existen escuelas de liderazgo, a las que se asiste con la vana idea de aprender a dirigir, sin caer en la dictadura. Este concepto también me parece extraño y  de cualquier modo una manera de coartar la libertad de los demás. En mi opinión, un Caudillo, un dictador y hasta un líder emergen del tejido social cuando es necesario y solo subsisten porque los demás miembros de la sociedad ven la necesidad de ser dirigidos por alguien a quien quieren, respetan o temen, dependiendo de las circunstancias.

Lo más acertado seria preparar a las personas para que cuando se requiera, de una opinión o la resolución de un problema, tomen el mando de la situación o dirijan el camino del grupo social en el que se encuentran con claridad y criterio. En la actualidad no necesitamos líderes mesiánicos a los que debemos seguir sin pensar como al “Flautista de Hamelín”, necesitamos personas preparadas para actuar con claridad y decidir por sí mismas que rumbo tomar en beneficio de su propio bienestar físico y mental que redundará, sin duda, en el bienestar de la sociedad, que en esencia es seguir la dirección correcta.

"...necesitamos personas preparadas para actuar con claridad y
decidir por sí mismas que rumbo tomar..."

En Asesoría Educativa aspiramos a que tanto nuestros Asesores Educativos como nuestros alumnos encuentren en nuestra filosofía de Acompañamiento Pedagógico, la suficiente información e inspiración para decidir por sí mismos y no dejarse llevar por lo que parece menos complicado. Pensamos que formar líderes no debería ser un curso, ni la promesa de ninguna institución educativa, la verdadera aspiración debería orientarse a formar personas integras e independientes que estén dispuestos a tomar decisiones de su propio destino y si es necesario, ser capaces de dar un buen consejo que le permita a las demás personas de su entorno decidir sobre su propio bienestar. Los Especialistas de la Educación, tenemos muy claro que ni liderazgo ni caudillismo son necesarios para dirigir los destinos de otros. Solo la preparación académica y ética les darán a las personas la posibilidad de mostrarles a los demás el camino de la superación.


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